Sting es demandado por sus excompañeros de The Police por derechos de autor
El músico británico Sting, de 73 años, enfrenta una nueva polémica tras ser demandado por sus antiguos compañeros de la banda The Police. El guitarrista Andy Summers y el baterista Stewart Copeland han presentado una acción legal ante el Tribunal Superior de Londres, en la que reclaman millones de euros en concepto de derechos de autor que, según afirman, les corresponden por su participación en los mayores éxitos de la agrupación. La demanda fue registrada bajo la categoría de "contratos y acuerdos comerciales generales" y apunta tanto al cantante como a su empresa, Magnetic Publishing Limited.
De acuerdo con lo informado por el diario británico The Sun, Summers y Copeland sostienen que llevan años sin recibir compensación por las regalías de varias composiciones que marcaron la historia de The Police. En su alegato, aseguran que los daños ocasionados son "sustanciales" y que se trata de un conflicto que lleva largo tiempo gestándose.
El legado de The Police
La banda The Police se formó en 1977 y rápidamente alcanzó fama internacional con su mezcla de rock, punk y new wave. En apenas una década de trayectoria lograron vender más de 75 millones de discos en todo el mundo y se consolidaron como una de las agrupaciones más influyentes de su generación. Su sencillo más icónico, Every Breath You Take, se convirtió en el tema más vendido de 1983 y en el quinto más exitoso de toda la década, manteniéndose como una de las canciones más reproducidas en la historia de la música popular.
Según el medio británico, Sting percibe aproximadamente medio millón de libras anuales en regalías únicamente por esa canción. No obstante, un portavoz del músico negó que la demanda presentada por Summers y Copeland esté directamente relacionada con dicho tema.
Una disputa que revive viejas tensiones
La historia de The Police estuvo marcada por tensiones internas a pesar de su éxito rotundo. Tras su separación a mediados de los años 80, cada uno de sus miembros emprendió carreras individuales, con Sting consolidándose como uno de los artistas más exitosos del Reino Unido. Sin embargo, las disputas por el reconocimiento y los ingresos derivados de su legado parecen no haber quedado atrás.
Hoy, la batalla se traslada a los tribunales, donde Summers y Copeland esperan obtener un fallo que reconozca su participación en el éxito económico de la banda. El proceso legal podría reabrir viejas heridas y reescribir la memoria de un grupo que, más allá de los conflictos, marcó la historia del rock con una huella imborrable.