Jim Morrison: A 54 años de la muerte del Rey Lagarto
Un día como hoy, hace 54 años, el mundo perdió a una de sus voces más provocadoras y enigmáticas: Jim Morrison. Tenía solo 27 años cuando fue hallado muerto el 3 de julio de 1971 en el apartamento que compartía con su pareja Pamela Courson, en el barrio Le Marais de París. La causa oficial fue un paro cardíaco, aunque las circunstancias exactas han estado rodeadas de misterio y teorías hasta el día de hoy.
Morrison era más que el vocalista de The Doors. Era un poeta, un agitador cultural, un símbolo de rebeldía que, con su lírica oscura y filosófica, redefinió lo que podía ser una banda de rock. Su voz grave, su mirada hipnótica y sus movimientos salvajes en el escenario hicieron de él un ícono inolvidable de la era psicodélica.
Nacido el 8 de diciembre de 1943 en Melbourne, Florida, James Douglas Morrison estudió cine en la UCLA antes de formar The Doors en 1965 junto a Ray Manzarek, Robby Krieger y John Densmore. En menos de una década, la banda conquistó la escena musical con himnos como "Light My Fire", "Riders on the Storm", "The End" y "Break On Through (To the Other Side)", canciones que mezclaban rock psicodélico, blues y poesía existencial.
Pero el éxito también trajo excesos. A medida que crecía su fama, Morrison se sumergió en el alcohol y las drogas, y protagonizó varios escándalos públicos, incluyendo su controvertido arresto en Miami por presunta exhibición indecente durante un concierto. Cansado de la presión y en busca de inspiración, se exilió en París en marzo de 1971. Allí escribió poesía, caminó por cementerios, y buscó alejarse del bullicio que lo rodeaba.
Su repentina muerte, a los 27 años, lo incorporó al tristemente célebre "Club de los 27", junto a Jimi Hendrix, Janis Joplin, Kurt Cobain y Amy Winehouse. Morrison fue enterrado en el cementerio Père-Lachaise de París, donde su tumba se convirtió en lugar de peregrinación para fans de todo el mundo.
Hoy, a más de cinco décadas de su partida, Jim Morrison sigue siendo una figura mítica. Su voz y sus palabras resuenan como advertencia y promesa: "Exponte a tus miedos más profundos; después de eso, el miedo no tiene poder". Un día como hoy, recordamos al Lizard King, eterno y salvaje, en el umbral entre lo sagrado y lo profano.