Un día como hoy, 3 de enero, pero hace 55 años, en 1970, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr entraron al legendario estudio Abbey Road en Londres para lo que sería su última grabación como The Beatles. Sin la presencia de John Lennon, quien se encontraba de vacaciones en Dinamarca, la sesión marcó la desaparición de una de las bandas más influyentes en la historia de la música.
Última grabación de The Beatles
El 3 de enero de 1970, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr grabaron juntos por última vez como The Beatles. Ellos completaron el trabajo para "I Me Mine", sin la presencia de John Lennon, quien se encontraba de vacaciones en Dinamarca.
El tema que trabajaron fue una composición de George Harrison que acabaría formando parte de 'Let It Be', el último álbum producido como banda de The Beatles. Este disco finalmente fue producido por Phil Spector.
"I Me Mine" es una composición de George Harrison que acabó formando parte de Let It Be, el último álbum producido como banda de The Beatles. Aunque el álbum fue grabado entre 1968 y 1969, las tensiones dentro del grupo y las diferencias personales llevaron a que el trabajo se completara parcialmente en 1970, después de que los miembros comenzaran a alejarse de la banda.
El principio del fin de un sueño colectivo
Aunque el público desconocía lo que ocurría tras bambalinas, la separación era inevitable. Para entonces, cada miembro ya había emprendido su propio camino. John Lennon estaba inmerso en proyectos personales junto a Yoko Ono, incluyendo su trabajo en "Instant Karma". George Harrison comenzaba a explorar su faceta como solista con composiciones que marcarían su éxito My Sweet Lord, mientras Paul McCartney se refugiaba en su primer álbum en solitario, grabado junto a su esposa Linda.
El anuncio oficial de la separación llegó el 10 de abril de 1970, cuando McCartney confirmó que ya no había planes futuros para grabar o escribir con sus compañeros. Paul tomo cartas en el asunto y disolvió a la banda mediante la vía legal al considerar que los desacuerdos del grupo eran irreconciliables y, por lo tanto, ya no podían continuar como banda.
De esta forma, la última sesión en Abbey Road del 3 de enero de 1970 fue más que el cierre de una colaboración musical; representó el fin de un fenómeno cultural que transformó la historia de la música y el arte contemporáneo. Aunque The Beatles dejaron de existir como banda, su impacto continúa trascendiendo generaciones, recordándonos que, incluso en su despedida, lograron inmortalizar su esencia creativa y emocional.